Marine Le Pen y su partido de extrema derecha, Agrupación Nacional, se perfilan como los ganadores en los últimos sondeos de las elecciones legislativas. Sin embargo, los datos también muestran que no alcanzarán la mayoría absoluta, lo que abre escenarios llenos de incertidumbres y posibles crisis de gobernabilidad.
La situación es compleja. Si bien Le Pen se encuentra a la cabeza, no tiene suficientes escaños para gobernar en solitario. Esto significa que, en caso de una victoria de la extrema derecha sin mayoría absoluta, el presidente Emmanuel Macron podría enfrentarse a una cohabitación inédita en los próximos años.
Tal situación obligaría a Macron a trabajar con un primer ministro de un color político opuesto, posiblemente Jordan Bardella, actual presidente del partido de Le Pen. Esta circunstancia, conocida como cohabitación, solo ha ocurrido tres veces en la historia de la Quinta República Francesa, la última vez en 1997, bajo el mandato de Jacques Chirac.
Además, si ninguna fuerza política logra una mayoría clara, el país se enfrentará a un dilema. Una posible solución sería una coalición entre Agrupación Nacional y Los Republicanos, un escenario que muchos consideran una línea roja debido a las diferencias ideológicas. Otra opción sería una alianza entre el partido de Macron, La República en Marcha, y el bloque de izquierda, algo igualmente improbable debido a la fuerte oposición de Macron hacia La Francia Insumisa.
La alternativa de un gobierno técnico, una solución sin precedentes en la Quinta República, también está sobre la mesa. De no concretarse ninguna de estas opciones, el actual primer ministro podría continuar en funciones, ya que la constitución no permite a Macron convocar nuevas elecciones antes de tiempo.