España vive momentos decisivos para que el equilibrio entre conservadores y progresistas en los órganos judiciales se parezca a las mayorías actuales del Congreso de los Diputados.

Una semana clave para el bloqueo o desbloqueo de la Justicia que este lunes arrancaba con un aviso del presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, que ha denunciado maniobras para hacerle "tambalear" en su exigencia de que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cumpla la ley y elija a los dos magistrados que le corresponden en la renovación del Tribunal Constitucional.

¿Cómo hay que interpretar ese mensaje de Lesmes? El responsable de Tribunales de laSexta, Alfonso Pérez Medina, destaca que se trata de un mensaje muy duro hacia la clase política que hay que analizar en dos sentidos.

En primer lugar, hacia sus propios compañeros vocales conservadores del CGPJ, con la advertencia de que debe nombrar a los dos magistrados que le tocan antes del 13 de septiembre. Por otra parte, envía a su vez un mensaje al Gobierno, desmintiendo las acusaciones de que estaría mercadeando para lograr un acuerdo y conseguir así una plaza en el Constitucional.

En las últimas horas se están multiplicando las reuniones a todos los niveles entre los vocales del CGPJ, Lesmes, catedráticos y posibles candidatos a ocupar una plaza en el Constitucional, pero, ¿qué asientos están en juego? Concretamente, son cuatro plazas, correspondientes a la primera parte de la renovación del Tribunal Constitucional.

Dos de esas plazas corresponde nombrarlas al CGPJ. Si hubiera ese acuerdo que pide Lesmes, lo normal es que un vocal fuera conservador y el otro lo nombrase la minoría progresista. El Gobierno tendría que nombrar a los otros dos vocales. En este caso, lo lógico es que ambos fueran progresistas y que uno fuera más cercano al PSOE y el otro, un candidato del gusto de Unidas Podemos.

Si esto acabara desarrollándose así, en España los órganos judiciales pasarían a tener una mayoría progresista, que es la misma que hay en el Parlamento, algo que no ocurre desde 2013. Así, del Constitucional saldrían tres jueces conservadores, incluido su actual presidente, Pedro González Trevijano, y uno progresista. Entrarían, a su vez, tres magistrados progresistas y uno conservador.

Es decir, que el Tribunal Constitucional tendría una mayoría progresista y todo apunta a que también lo sería su presidente: el nombre que más suena es el del exfiscal general del Estado y exmagistrado del Supremo Cándido Conde-Pumpido.

Si finalmente se renueva el Constitucional, lo lógico sería que luego se renovase también el CGPJ, que pronto cumple cuatro años de bloqueo y cuya composición refleja la mayoría de Mariano Rajoy de 2011. Sin embargo, este lunes Lesmes ha dicho que no tiene esperanzas de que se produzca esa renovación,