El rey y Bárbara Rey

Encuentros furtivos, grabaciones y chantaje: la historia de Bárbara Rey y Juan Carlos I

El emérito y la vedette mantuvieron una relación intermitente que se prolongó casi dos décadas, entre llamadas y encuentros secretos. ¿Quién les presentó? ¿Dónde se veían? Repasamos una historia que acabó con un 'ghosting', millones de pesetas y presunto chantaje.

Por primera vez, Bárbara Rey ha reconocido haber estado en el Palacio de la Zarzuela, y no solo una vez. La artista ha revelado que estuvo "varias veces" en la residencia de los reyes de España. Así se lo contó anoche a la revista 'Diez Minutos' en la presentación de la serie de Atresmedia 'Cristo y Rey', que se emitirá a partir de este domingo en Atresplayer Premium y cuenta la historia de la relación de Bárbara Rey con el domador Ángel Cristo... y con el rey Juan Carlos.

Han pasado más de cuatro décadas de aquella relación entre la vedette y el ahora monarca emérito, que fue uno de los grandes tabúes de aquella España. Una historia que comenzó en la Nochevieja de 1975, cuando el rey Juan Carlos, recién nombrado, estaba viendo la televisión y, tras las uvas, la vio: Bárbara Rey, nombre artístico de María García García, alias 'Marita la Totanera'. El rey, dicen, se quedó prendado.

Pero, ¿quién les presentó? Nada menos que Adolfo Suárez. "Señor, os presento a una amiga, Bárbara Rey. Es de Totana y actriz... Pero tiene mucha clase", cuentan que le dijo. Así comenzó una relación intermitente que se prolongó de 76 al 94, 18 años en lo que hubo de todo: incluso grabaciones.

Conversaciones en las que hablaban de política -en las que comentan que Aznar no tiene "tirón" o se preguntan por qué la gente sigue votando al PSOE-, pero también otras más románticas en las que planean su próximo encuentro: "Yo a ti te quiero mucho", llega a decirle la vedette.

Los encuentros se producían en un chalet del CESID (al que llamaban "centro operativo") o en casa de ella. En ambas viviendas había cámaras y micrófonos. En sus citas, según Pilar Eyre "ella quería poner velas, que favorecen cuando ya no tienes 20 años. Pero Juanito no quería: dice que hace a puticlub, que tiene poca clase".

Una relación que continuó así hasta el año 94, cuando el rey desapareció. "Cambió de teléfono y ella no está contenta", escribe Ana Romero en 'El rey ante el espejo'. Aquí llega la época del presunto chantaje, en el que Bárbara Rey amenaza con hablar. Según el jefe del servicio secreto, el rey almuerza con ella, le toca un pecho y le da 25 millones de pesetas y un contrato de televisión.

Pero Bárbara Rey quiere más y tiene con qué amenazar, con tres vídeos en su poder: uno del rey en un comedor, otro con el rey en la cama y otro también con el rey en la cama. El CESID entonces actúa: entra en su casa y se los roba. La vedette estalla, acude a los medios y denuncia amenazas.

Llama al programa 'Tómbola' y dice que lo quiere contar todo. El programa la convoca, pero, cuando acude, le pagan y le dicen que se vaya a casa. Bárbara Rey se enfada mucho y da más titulares, como este en el diario 'Levante': "Quien mantuvo una relación conmigo no se ha portado bien, ni siquiera me ha telefoneado".

Según dos directores de Inteligencia, se le acabaron pagando otros 600 millones y un programa en 'Canal Nou'.

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