¿Cuáles son sus tareas?
Guía para entender el papel de la AEMET, clave en la previsión de desastres como la DANA
¿Por qué es importante? La Agencia Estatal de Meteorología no solo ofrece predicciones del tiempo, sino que también garantiza la seguridad en sectores clave como la aviación y la energía.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) se ha convertido en una pieza esencial en la vida cotidiana de los españoles, especialmente en tiempos de incertidumbre climática. Además de proporcionar las predicciones sobre el tiempo, como si lloverá o hará sol, la AEMET se encarga de tareas mucho más complejas: desde prever desastres naturales hasta garantizar la seguridad en la aviación y la gestión energética del país.
Cada día, la AEMET proporciona información precisa sobre el viento, la presión atmosférica y otras variables climáticas que son fundamentales para el despegue y aterrizaje de aviones. En los aeropuertos, técnicos de la agencia están presentes para asegurarse de que los aviones despeguen en condiciones de seguridad. Pero su labor va más allá. Los organismos de energía dependen de la AEMET para conocer las previsiones sobre viento y sol, determinando si los molinos de viento y las placas solares estarán activos, o si será necesario recurrir a fuentes de energía convencionales como la nuclear.
En algunas localidades con gran tradición religiosa, la AEMET también asesora a las cofradías y hermandades para prever las condiciones meteorológicas durante las procesiones, evitando que los imprevistos climáticos arruinen estos eventos tan especiales.
Pero la labor de la AEMET no se limita a la meteorología, sino que también abarca el estudio del clima, un análisis a largo plazo sobre cómo los patrones meteorológicos están cambiando. La agencia monitorea la evolución climática y predice cómo será el futuro del clima en el país, un trabajo que se apoya en las estaciones meteorológicas repartidas por toda España, así como en programas internacionales y satélites avanzados.
Uno de los grandes recursos tecnológicos de la AEMET es el superordenador CIRRUS, que permite realizar predicciones a largo plazo con una precisión nunca antes vista. No obstante, a pesar de la potente tecnología con la que cuenta, la clave sigue siendo el factor humano. Los meteorólogos, los expertos en interpretar los datos, son los que marcan la diferencia a la hora de acertar en las previsiones.