Viviendas que se construyen por piezas que, posteriormente, se ensamblan como si fuese un puzzle. Estas piezas se construyen previamente en una fábrica y las casas pueden estar montadas en un sólo día. Son las casas modulares, una nueva tendencia en el mundo urbanístico.

Podría parecer una película de ciencia ficción pero, aunque sea un puzzle, el resultado final es una casa, hechas incluso con los mismos materiales que una convencional: de madera, de hormigon, de acero... Son bienes inmuebles, así que están sujetas a la Ley de Ordenación de Edificios, lo que significa que deben estar ancladas a terreno urbano, es decir, que tenga una red de luz o agua. También se pueden instalar en suelos rústicos, aunque sólo como excepción.

Estas viviendas, cuando ya están construidas en la fábrica, tienen que cumplir con el permiso de habitabilidad y registrar la propiedad. Y como cualquier tipo de propiedad, esta se puede hipotecar, aunque, a veces, los precios son tan competitivos que hay a quien no le merece la pena. Pero el inconveniente con la normativa urbanística llega porque cambia incluso por municipios.

Sin embargo, de esta manera, te ahorras los problemas de una construcción al aire libre. Construirla puede durar cuatro, cinco meses y juntar las piezas en el terreno, una semana, e incluso un día.

En cuanto a si será o no la solución al problema de la vivienda en España, económicamente podría serlo. Esto se debe a que existen distintos modelos de vivienda, en concreto los de 36 metros cuadrados, que se instalan en un día, están arrasando y no llegan a los 70.000 euros. Aunque no es el único modelo, también los hay de 100 y 150 metros cuadrados, por un valor que ronda entre los 100 y los 200 mil euros. Pero este precio es engañoso, porque solo corresponde al precio de la fabricación, al que hay que sumar el terreno, transporte de la casa o los módulos.

Por lo general son casas unifamiliares, pero lo cierto es que donde más se están demandando son precisamente en Madrid, Barcelona o Valencia.