El ladrillo se tambalea

El precio de la vivienda cae mientras las hipotecas se encarecen: ¿es momento de comprar una casa?

El precio de las viviendas está cayendo precisamente por las dificultades para vender una casa en la actualidad. Detrás de ello está la subida del Euribor: con las hipotecas disparadas, son pocos los que se atreven a meterse en el mercado inmobiliario.

Las constantes subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo han provocado una subida incesante del Euríbor. Con esta situación, la compra-venta de viviendas en España ha comenzado a caer en picado. En diciembre de 2022, la adquisición de viviendas se desplomó en nuestro país más de un 21% con respecto al mes de noviembre de ese mismo año, y un 10% con respecto a diciembre del año anterior.

Sin embargo, hasta diciembre, el 2022 fue casi un año de récord para el ladrillo. No se vendían tantas casas en un año desde 2007, justo antes de la crisis inmobiliaria. Con el estallido de la crisis económica, la compra-venta cayó en picado. Estuvo así hasta 2014, cuando cambió la tendencia y poco a poco se fue recuperando hasta 2020.

Ese mismo año, el mundo se paró por la pandemia y el mercado inmobiliario con él. Después, con la reactivación económica, se alcanzaron niveles récord en los primeros meses de 2022: los españoles se lanzaron a comprar y vender previendo la subida del Euríbor y de los tipos de interés.

Sin embargo, ya consolidada la subida del Euríbor, se acabó. Los datos han confirmado la tendencia a la baja y el frenazo de las ventas en diciembre. Además, su caída ha afectado al precio, que ya está comenzando a moderarse. En concreto, ha caído un 0,4% en el último trimestre de 2022. Es la primera vez que se ve reducido en dos años y medio.

No obstante, a pesar de que el precio de la vivienda se ha reducido, la realidad de los hipotecados es la más dura en décadas. laSexta Clave ha realizado un análisis de la situación de los hipotecados con un ejemplo: una persona que se compró una casa con una hipoteca de 150.000 euros a 25 años y a tipo variable. Con ella, a día de hoy, el hipotecado está pagando casi 300 euros más al mes que cuando pidió la hipoteca al banco. Ha pasado de pagar 538 euros, a 833; un 50% más.

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