El presidente ruso, Vladímir Putin, se ha reunido este jueves con el presidente de China, Xi Jinping. Este encuentro se produce justo cuando se cumplen 35 años del apretón de manos entre Mijail Gorbachov y Deng Xiaoping, que marcó el inicio de la normalización de relaciones entre China y la Unión Soviética. En esta ocasión, Putin y Xi Jinping han firmado un documento comprometiéndose a fortalecer sus relaciones estratégicas, además de expresar su apoyo a la "solución de dos estados" para el conflicto palestino y abogar por una "salida política" para la guerra en Ucrania.

Esta reunión refleja la creciente alianza entre Rusia y China, que se ha fortalecido en los últimos años. Desde que Xi Jinping llegó al poder, el líder ruso ha visitado 19 veces China, bien para firmar acuerdos o hasta para ver un partido de hockey. Además, el líder chino se ha reunido telemática o presencialmente 43 veces con Putin. Es, con diferencia, el político con el que más se ha visto.

Uno de los principales motivos que unen a Putin y Xi Jinping es su visión compartida de tener a Occidente, especialmente a Estados Unidos, como un enemigo común. En lo que va de mes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha endurecido dos veces las sanciones al comercio chino-ruso, ya que India y China han emergido como importantes socios comerciales para Rusia, especialmente en el sector energético.

Sin embargo, la creciente cooperación militar entre los países genera preocupación en Occidente, que teme que China esté suministrando tecnología y armamento a Rusia. Aunque China ha negado estas acusaciones, Estados Unidos ha afirmado que Pekín ha exportado a Rusia más de 300 millones de dólares en artículos de doble uso, lo que podría complicar aún más las relaciones internacionales.

Para Pekín, una derrota de Rusia en la guerra en Ucrania no sería favorable, ya que podría generar inestabilidad en la región y perjudicar sus intereses frente a Occidente.