La variante británica del coronavirus podría ser más letal de lo que se pensaba. Hasta ahora, sabíamos era que infectaba más fácilmente, pero un estudio de un centro británico ha determinado que es más mortal.
La letalidad entre hombres de 55 a 70 años es un 35% mayor si la COVID es de la cepa británica. Con el virus sin mutar, con el virus original de Wuhan, un infectado de esas características tiene un 0,56% de posibilidades de morir. Con la variante británica, un 0,73%. Unas cifras que en una pandemia y un un mundo con millones de casos, pueden significar miles de muertos más.
Esa es la principal conclusión de un estudio preliminar que ha analizado 800.000 casos desde septiembre a enero. En España, ya se han confirmado casos de la variante británica en 14 comunidades y aunque las cifras continúan siendo poco relevantes, se calcula que la extensión es masiva en algunas regiones. Concretamente, se prevé que el 50% de los casos en Galicia pertenecen a esta variante.
Por eso, toda la atención se centra en las vacunas. Mirando a las que actualmente están aprobadas, se puede afirmar que todas ellas protegen contra la variante británica, la más extendida en España.
No obstante, hay que recordar que las vacunas que se están comenzando a inocular no están pensadas para estas variantes, sino para el virus originario que se proyectó en Wuhan. Por eso, siempre que hay una variante hay que comprobar su eficacia.
En este sentido, podemos afirmar que no ocurre lo mismo con el resto de cepas. Los estudios sobre la variante brasileña, que se ha demostrado más infectiva, están en curso, por lo que aún se desconoce si las vacunas pueden protegernos de esta cepa.
Respecto a la variante sudafricana, los estudios han concluido que ninguna de las vacunas autorizadas son igual de efectivas que con las otras variantes.
Analizando cada una de las vacunas actuales, Pfizer ha determinado que la protección es "ligeramente inferior", sin aclararlo con datos concretos. Algo que sí hace Moderna: aseguran que genera seis veces menos anticuerpos que con otras variantes. Sin embargo, sostiene que aún así es efectiva.
La vacuna de AstraZeneca, en cambio, desciende del 60% de eficacia habitual a un 22%. Es un gran problema, dado que la vacuna de esta farmacéutica es la más barata y la que, por tanto, iban a inocular los países menos ricos.
La vacuna de Janssen, una de las más esperadas por la UE, también varía su efectividad según el país en el que se ha probado. En el caso de EEUU, posee una eficacia del 72%, mientras que en Sudáfrica desciende hasta el 57%.
En el caso de Novavax, la eficacia del Reino Unido es del 90%, mientras que en Sudáfrica es de un 50%, incluyendo en estos resultados las posibles cepas que existan en estos territorios.
Pero, en contra de lo que se puede pensar, tal y como ha detallado José María Rivero, "un 50% de eficacia es muchísimo. La vacuna contra la gripe se mueve en una eficacia de entre un 30 y un 60%".
Además, aclara: "El hecho de que puedas coger el coronavirus no indica que tengas que coger un coronavirus grave. La vacuna puede no protegerte para caer en él, pero por el momento ni es grave ni lleva a la muerte".
En este marco, es probable que la situación sea similar a la acontecida cada año con la gripe. "Hay que hacer lo que se hace con la gripe. Cada año el virus cambia y hay que ir a remolque de él para hacer una vacuna que pueda vencerlo", ha explicado Rivero, que ha asegurado que las farmacéuticas tendrán que probar si hay que dar una tercera dosis de refuerzo más adelante.
Sin embargo, también hay instrucciones claras para las personas de a pie: "Si nosotros fuéramos prudentes y no ayudáramos a expandirlo, el virus mutaría menos".
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