Energía renovable
¿Es realmente el hidrógeno verde la energía del futuro? ¿Cómo funciona?
¿Qué beneficios tiene? Ayudará a depender menos de energías contaminantes; a reducir la contaminación generada por la energía del petróleo; creará empleo, riqueza e industria.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, lleva días repitiendo la misma frase: "Drill, baby, drill" ("Perfora, cariño, perfora"), es decir, más petróleo. Este miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le ha respondido: "Nosotros vamos a reafirmarnos en el green, baby, green ("Verde, cariño, verde"). Porque el futuro siempre acaba adelantando al pasado, por mucho que el pasado se obceque en bloquearle". Con ese "green" el jefe del Ejecutivo se refiere al hidrógeno verde, una energía que se vende como la del futuro.
Este gas será un combustible que ayudará a depender menos de energías contaminantes y a reducir la contaminación generada por la energía del petróleo. Al margen del bien que haría al planeta, servirá, según algunos estudios, para crear riqueza: 15.600 millones de euros y 181.000 empleos podría aportar en 2040.
En estos momentos la producción de hidrógeno verde como combustible es marginal o inexistente, tal y como indican la Asociación Española del Hidrógeno o consultores expertos en la materia como Marcos Rupérez. Lo que se está haciendo es impulsar proyectos, 361 para ser exactos. El 20% de todo lo que se hace en Europa. Los hay de todo tipo: de producción de esa energía, de distribución de esa energía... Con tres fechas previstas para que empiece a ser real: 20230, 2040, 2050. Para esas fechas ya deberíamos estar hablando de una realidad. En principio hay comprometidas inversiones mil millonarias y el Estado subvenciona estos proyectos con 3.000 millones de euros.
Esta energía se produce juntando agua y electricidad. Cada molécula de agua tiene dos átomos de oxígeno y uno de hidrógeno, de lo que se trata es de separarlos empleando la electricidad.Eso libera al hidrógeno que se puede usar como combustible sin generar nada contaminante. Esta energía, de momento, no contamina, pero tampoco es competitiva. Actualmente, es más cara que la tradicional, aunque se espera que en el futuro se abarate o se ayude a su consumo. Todo para crear, para generar industria y descontaminar.