Francisco y Macarena son una pareja joven que acaba de tener su primer hijo. Llevan años trabajando duro y ahorrando para comprarse la casa de sus sueños. Y lo habían conseguido, hasta que llegaron unos okupa y empezó la pesadilla. Sin embargo, días después del reportaje de Liarla Pardo, la presión social ha conseguido expulsar a los okupas.
"Hemos recibido la gran noticia de que el viernes salieron y estamos esperando a ir al banco, terminar los trámites y tener la satisfacción de poder entrar en la casa libremente", ha contado Francisco, quien ha querido "agradecer a todos los vecinos" que les han apoyado, "al alcalde, los grupos políticos y a los medios".
Macarena, por su parte, ha contado que los okupas se marcharon después de que les "cortaran la luz y el agua y al final salieron". "Estamos con muchas ganas de entrar, de verla por dentro, ponerla bien y empezar a vivir aquí", ha expresado la mujer.
Han tenido que vivir en un piso de alquilar durante el confinamiento
La pesadilla comenzó justo días antes del estado de alarma. "Habíamos hecho un contrato con el banco, con una señal de entrega de 3.000 euros y ese mismo día vemos luces en la casa y eran unos okupas", relató Francisco. Por ello, durante estos meses de confinamiento han tenido que vivir en un piso pequeño de alquiler, mientras los okupas estaban en su casa. "Buscaron casas por Internet, y les gustó esta. La eligieron a la carta", denunció Francisco.
Todos los vecinos de Gines apoyaron a la joven pareja
Todos los vecinos de la calle de Gines apoyaron a Francisco y Macarena y cada tarde se reunían frente al chalet para presionar a los tres jóvenes que actualmente okupan la casa. "Nos dicen que nos van a pinchar las ruedas del coche y estamos atemorizados", contó una vecina.
El pasado viernes, una furgoneta de empresa de abastecimiento de agua fue al chalet escoltada por la Guardia Civil por miedo a represalias de los okupas para intentar cortar el agua. Mientras, una okupa saltó la verja de la casa y se fue huyendo en un coche que pasó a recogerla, tal y como se puede ver en el vídeo, pero otros dos chicos se quedaron dentro.
En ese momento, acudimos al Ayuntamiento y hablamos con el jefe de la Policía Local y el alcalde. "Hay okupaciones y okupaciones. En este caso entendemos que no es una okupación por necesidad y la clave está en que no han pasado por servicios sociales", afirmó Romualdo Garrido, alcalde de Gines, mientras que el policía dijo que "legalmente" no podían intervenir por mucho que les llamasen los vecinos, porque no tenían "potestad" para echarlos.
La presión social consiguió finalmente expulsarles
Pero sin agua y sin luz, y ante la presión social, y la intensificación de la presencia policial, los okupas finalmente abandonaron en chalet, aunque pidieron antes de salir que nadie los grabara y que los vecinos se marcharon. "Hemos pasado muchísimo miedo", aseguró una vecina.