Luis Troya se reúne con Fernando Martínez-Maíllo, senador del PP por Zamora, en una cafetería. Lo primero que hacen es intercambiarse regalos navideños. El político recibe la taza de Liarla Pardo, y el reportero el libro de Mariano Rajoy, 'Una España mejor'.
"¿Va a tener vacaciones de Navidad, o va a seguir de vacaciones en el Senado?", le pregunta Troya, a lo que Martínez-Maíllo responde entre risas: "Bueno, vamos a ver primero a ver si hay gobierno".
Juntos ponen rumbo a la presentación del expresidente de Gobierno, para que le firme el libro recién adquirido. Allí, el periodista pregunta a diferentes dirigentes 'populares'. ¿Cuándo creen que habrá Gobierno?
Alfonso Alonso, presidente del PP vasco, dice que es una pregunta difícil: "Lo importante es que haya un buen Gobierno y no tiene pinta de lo vaya a haber".
Javier Maroto, portavoz del PP en el Senado, es más extenso en su respuesta: "Sánchez solo tiene un plan que consiste en arrodillarse frente a ERC, después de 30 años de democracia y un presidente que le dice sí a Rufián".
Y otra cuestión, ¿echan de menos a Rajoy los del PP? A esta pregunta Maíllo responde con una anécdota: "Yo recuerdo lo del alcalde, ¿os acordáis?, ¿sabes quién está al lado?, yo. ¿Sabes quién aplaudió aunque nadie supo lo que estaba diciendo? Siempre hay un tonto al lado que aplaude y ese soy yo. Cuando acabó le dije que qué había dicho y me dijo que no tenía ni idea", confiesa el político.
José Ramón García, exdiputado del PP, reconoce que "la política actual necesita de gente de una estatura grande". "Como el señor Posada", responde Troya, saludando al expresidente del Congreso, Jesús Posada Moreno.
Dolors Monstesrrat, Soraya Sáenz de Santamaría, Ana Pastor y Alicia Sánchez-Camacho son otras de las históricas del PP que se acercan al micrófono de Liarla Pardo.
Al acabar la presentación, Troya quiere conseguir por todos los medios que Rajoy le firme el libro. Incluso se lo pide a José Ignacio Wert, que dice que se ponga a la cola, al igual que Rajoy, cuando se lo pide a gritos en la distancia. Al final no consigue una firma del expresidente del Gobierno, pero sí "un saludo para todos".