El grupo DomusVi, el mayor grupo geriátrico de España, ha sido denunciado en múltiples ocasiones por familiares de residentes en cuatro comunidades autónomas diferentes.
Como ejemplo del trato que reciben los mayores en algunas de estas residencia están las imágenes que grabó y difundió una extrabajadora de una de estos centros de Valencia. Con las imágenes, quiso denunciar cómo los ancianos podían pasar horas y horas sentados en una silla o tirados en el suelo, después de una caída, a la espera de ayuda.
La pregunta que se hacen muchos familiares es si estas imágenes son un hecho aislado. El equipo de Liarla Pardo ha conocido el caso de Elvira, madre de Lupe y Elena y mujer de José Ramón. Sus hijas aseguran que entró "en una morgue".
Ella llegó a una residencia privada del grupo tan solo tres semanas antes de que se decretase el estado de alarma y se impidiesen las visitas. Sus hijas explican que tenía un síndrome que consiste en que sus mucosas están resecas, y por ello pidieron a los trabajadores que le diesen de beber continuamente.
Pero cuando contrajo el coronavirus y sus familiares lograron sacarla de la residencia para llevarla al hospital pudieron comprobar que estaba deshidratada. "Cuando no se hace nada por una persona se le deja morir, y eso es un asesinato". Fue precisamente su estado el que motivó la denuncia por homicidio que han interpuesto.
La suya no es la única denuncia de familiares contra la residencia Domus Vi en Aldán, Cangas. De hecho, las familias llevan denunciado negligencias desde antes de la pandemia y los casos ya están judicializados.
Explican que en cinco meses tuvieron más de 50 caídas, denuncian una falta de personal y de buena nutrición que hace que muchos de los residentes se queden en los huesos. Además, señalan que cada residencia tiene que dar medio millón de euros de beneficio al año, y lo de menos es cómo se consiga.
Las trabajadoras de estas residencias también se manifiestan y piden reunirse con la máxima responsable, Josefina Fernández, que nunca ha llegado a atenderlas. "No les importa nuestros mayores, solo la parte económica", aseguran.
Así, explican que resulta imposible atender a 100 residentes entre dos personas. "Llegas a casa desangelada porque no puedes hacer nada más y si protestas lo que tienes es represalias".
Por su parte, Manuel Rico, periodista de Infolibre, ha investigado a fondo las operaciones de DomusVi. Asegura que este grupo vive del dinero público y que la empresa matriz no paga impuesto de sociedades en nuestro país.
La REDE, federación de familiares y usuarios de residencias gallegas, ha presentado una denuncia ante la Agencia Tributaria y alerta también de otras prácticas cuestionables. "Para conseguir los menores costes de alimentación, las comidas para todo un día les cuestan entre cuatro y cinco euros", explica Xuan Antón Pérez, abogado.
A pesar de sus presuntas tácticas para la reducción de costes a costa de la salud de los mayores, las posibles prácticas de evasión de impuestos o las138 residencias en España contratos públicos en todas las comunidades autónomas, la empresa no ha facilitado el contacto de su directora con el programa para poder aclarar todas estas cuestiones.