En la sociedad actual

Juan y Medio denuncia la poca atención que reciben nuestros mayores: "Antes, la familia se hacía cargo; hoy, la gente está sola en su casa"

"Cuando muere un anciano se pierde la sabiduría equivalente a una biblioteca de Alejandría", reflexiona Juan y Medio frente a Jordi Évole. El presentador capitanea un programa dedicado a acabar con la soledad de los mayores, "algo impensable" hace 40 años.

Juan y Medio denuncia la poca atención que reciben nuestros mayores: "Antes, la familia se hacía cargo; hoy, la gente está sola en su casa"

Jordi Évole recuerda una frase que le dijo Pepe Mujica tras ver el programa 'La tarde, aquí y ahora' en Canal Sur: "desaprovechamos una cantidad enorme de conocimiento acumulado porque dejamos de lado a los viejos". Juan y Medio, su presentador, no puede estar más de acuerdo con esta afirmación, afirma en esta entrevista, la primera de la nueva temporada de 'Lo de Évole'.

"Dicen que cuando muere un anciano se pierde la sabiduría equivalente a una biblioteca de Alejandría", añade. Su espacio televisivo, dedicado a acabar con la soledad de las personas de la tercera edad que vuelven a buscar el amor a sus avanzadas edades, le da una amplia perspectiva acerca de este asunto que tan descuidado tenemos en nuestra sociedad actual: la importancia de cuidar a nuestros mayores.

Juan y Medio lamenta que ahora no se les preste la atención que merecen. "Antes, eran muchos más respetados por una sencilla razón: no había ancianos, llegaban muy pocos. El que llegaba era el que te podía resolver muchísimos problemas, porque ya los había vivido".

Évole reflexiona acerca de cómo hemos podido llegar al punto de necesitar un programa de televisión para apartarles de la soledad a la que el mundo actual les condena. "Tu programa era impensable hace 30 o 40 años, que vaya la gente mayor, los viejos, las viejas, a buscar pareja", le refiere. Entonces, cuenta Juan y Medio, "las familias se hacían cargo" de ellos. "Hoy en día, no. Hoy en día, la gente está muy sola en su casa", lamenta.

Este es el caso de sus invitados, pero también de su audiencia. "En una inmensa mayoría son los que fueron mis mayores. Nos ve más la gente del campo que la de la ciudad. Es una gente de clase media y baja, a la que le han vivido su vida. No han vivido su vida, se la han vivido otros. No han tomado las decisiones de su vida, sino que lo ha hecho la sociedad, que les ha metido la presión para que se casen, aguanten casados, trabajen sin derechos. Entonces, los padres mandaban, la Iglesia y la moral imperante constreñían y no había libertad política. Todo esto condiciona. Esta gente trabaja, trabaja y trabajaba", reflexiona.