El lunes a las 21:30, laSexta estrena dos nuevas ediciones de Los reyes del empeño, un formato que se sumerge en el mundo de la compra venta de objetos usados a través de dos casas de empeños, una en Madrid y la otra en Valencia. Sus protagonistas conocen todos los secretos de la profesión, son los estrategas más hábiles del sector y no se les resiste ni una sola negociación. Desconfianza, tensión, estrategia, convicción… En un programa en el que los objetos son tan sólo el comienzo.
"Los Marqueses regalaron a su chófer unas ánforas"
En el primer programa, la madrileña tienda de Pawnshop recibe unos objetos muy singulares y con una historia, para algunos algo macabra, a sus espaldas: un juego de ánforas perteneciente a los Marqueses de Urquijo. Los Marqueses regalaron a su chófer en su boda unas ánforas que hoy pertenecen a su hijo y de las que quiere desprenderse por una suculenta cantidad. Además, Ignacio y Álvaro tendrán la oportunidad de comprar un barco en el que podrían disfrutar a toda velocidad, conocerán a un restaurador que les ofrece un curioso carrito de niño de mitad de siglo y descubrirán toda una joya de coleccionista que Ignacio no puede despreciar: un organillo madrileño de finales de los años 50.
Mientras tanto en Alicante, Nolotire se enfrenta a uno de sus días grandes: la subasta. José Luis y sus empleados adoran estos eventos. En ellos, tienen la oportunidad de desplazarse a una nave y subastar decenas de objetos ante cientos de vecinos. La subasta es todo un espectáculo en el que Nolotire se desinhibe y deja atrás la tensión de cualquier día de trabajo. Además, José Luis visitará a un padre y un hijo que coleccionan desde hace años objetos particulares que hoy quieren vender: desde varias bicicletas antiguas hasta depósitos de una auténtica Harley Davidson. Será una negociación difícil en la que José Luis demostrará su capacidad de convicción y su manera de tratar ese tipo de negocios. La visita de Chimo Bayo para certificar si los objetos que días atrás les habían vendido como auténticos del dj será todo un acontecimiento en el negocio alicantino.
Un cliente asegura tener unas zapatillas de Michael Jackson
En el segundo programa, Ignacio y Álvaro reciben a un cliente que asegura tener unas zapatillas de Michael Jackson, artista por el que Álvaro pierde la cabeza. Un objeto que, de certificarse real, sería una de las grandes adquisiciones de Pawnshop. Los dos socios conocen también a un joven que vende un libro de Benito Pérez Galdós de hace 108 años, a un particular cliente que quiere deshacerse de un reloj Omega automático del que confía que es una pieza única y a un vendedor que les propone crear un pequeño rincón en la tienda con objetos para el placer. Pero lo que más llama la atención de los amigos son dos teléfonos militares de la II Guerra mundial, objetos que no dudan en utilizar para comprobar si todavía mantienen sus cualidades intactas.
Por su parte, en Alicante, José Luis tiene una cuenta pendiente que saldar con su empleada Úrsula. Después de comprobar que entre ella y el resto de empleados existen más que diferencias, el dueño de Nolotire tendrá que tomar una difícil decisión que navega entre lo personal y lo profesional. En cuanto al negocio, José Luis atiende la llamada de un entrañable cliente que ha cerrado su taller de cerrajería y quiere saber el valor de todos los objetos que tiene en él. Una colección de más de 400 bicicletas de lo más originales, algunas de ellas hasta sin pedales, llamarán la atención de Nolotire, que se plantea si comprarlas en conjunto, intentar darles salida en una de sus subastas u olvidarse de ellas.
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