Casi 384.000 peregrinos han completado este año el camino de Santiago, una cifra que hace batir récords a la ciudad gallega. Pero terminar el camino también conlleva una celebración que, en muchos casos, no se hace de la forma más correcta: ruido, suciedad y, en verano gente comiendo en ropa interior en plena plaza do Obradoiro. "Necesitamos que no se nos saque de esta tranquilidad", denuncia un vecino, que no se acostumbra a vivir con tanto turista irresponsable.
Lo mismo sucede en Barcelona, donde la Sagrada Familia se ha convertido en un "parque temático masificado" o en Madrid, donde existe un serio problema de viviendas, ya que buena parte de los pisos de la zona céntrica se destinan a alquileres turísticos. Ciudades en las que el comercio también se ha adaptado a las necesidades del turista.
Más Noticias
- La advertencia de Guillermo Pulido sobre "una gran guerra en Europa": "Hay que prepararse, acumular alimentos, medicinas y agua"
- El gracioso viral que refleja a la perfección la personalidad de cada perro: ¿con quién te identificas más?
- Una mansión en el bosque de casi 800 metros cuadrados, el escondite de Sito Miñanco
- Guillermo Fesser, tras los últimos nombramientos de Trump: "Empezamos a ver votantes arrepentidos"
- Benjamín Prado: "Cuando Ábalos dice que 'todo es mentira, salvo alguna cosa', la cosa es él"
Más Vale Sábado muestra en el reportaje que se encuentra sobre estas líneas la otra cara del turismo y da voz a los vecinos afectados.