Arturo Fernández ha renunciado a su último gran baluarte: la concesión de la cafetería de la Asamblea de Madrid. Su contrato finalizaba el 17 de marzo de 2015. Sin embargo, el empresario y presidente de la patronal de Madrid ha optado por no mantener la cafetería durante más tiempo, al parecer, por motivos económicos.

El servicio de hostelería resultaba para muchos deficitario. La plantilla de 16 trabajadores y unos precios considerablemente bajos de cara al público solo resultaban pérdidas para el negocio. Incluso hay quien apunta que las pérdidas anuales alcanzan los 90 mil euros.

Junto al fin de este negocio, la lista de concesiones que ha perdido el grupo Cantoblanco en apenas un año es interminable: en enero dejó de gestionar la cafetería del Congreso de los Diputados que llevaba en funcionamiento desde hacía más de 20 años.

También Ifema, el club de campo, la universidad europea, CaixaForum o el hospital público Infanta Leonor Conforman otras de sus tantas pérdidas. Cabe señalar, además, que las ganancias del grupo de Arturo Fernández están embargadas a causa de las deudas que su grupo tiene con Hacienda.

"Tengo un plan de pagos con Hacienda, como una empresa que contrata a 2.000 trabajadores, que se está pagando y cumpliendo", ha declarado Fernández.

Por su parte, algunas de las personas que han trabajado para Fernández han denunciado que llevan dos meses sin cobrar su salario. Tampoco la paga extra de verano. Según los empleados, los proveedores se han estado negando a abastecerle con sus productos si Fernández no paga de forma inmediata.

"Hemos mantenido esa empresa durante casi 120 años, y espero mantenerla muchos años más", declaró el empresario en febrero de 2014.

Hace años, Arturo Fernández, actualmente vicepresidente de la CEOE y presidente de la patronal madrileña, optaba a convertirse en el rey del ‘cátering’ en España.

El grupo Cantoblanco gestiona 135 establecimientos, sirve cerca de 30.000 comidas diarias y tiene en nómina a 1.880 trabajadores. Sin embargo, la lista de cierres y liquidaciones aún no han acabado para Fernández.