Hace un mes, concretamente el 7 de julio, el diario El Mundo desvelaba que la familia Pujol habría ingresado casi tres millones y medio de euros en un banco de Andorra.

Esa misma tarde, Jordi Pujol se reunía con Artur Mas en el Palau de la Generalitat. Allí, ambos habrían pactado la confesión del expresidente de la Generalitat, así como la salida definitiva de Oriol Pujol del partido.

El 14 de julio, tal y como habrían acordado, Oriol deja la secretaria general de Convergència i Unió. Supuestamente, la salida del partido del hijo de Jordi Pujol se habría dado por su implicación en el caso de corrupción conocido como ITV.

Tres semanas después de la información publicada por El Mundo, llega el momento. Jordi Pujol decide confesar, finalmente.

"Mi padre Florenci Pujol y Brugat dispuso como última voluntad específica que un dinero ubicado en el extranjero (...) fuera destinado a mis siete hijos y a mi esposa", explicaba en un comunicado, el 25 de julio, el patriarca de la familia.

De esta forma, Pujol explica que aquel dinero procedía de una herencia que recibió de su padre y que nunca vio el momento de regularizar. Se decide a entonar el ‘mea culpa’.

Acto seguido, el expresidente renuncia a todos sus cargos. Deja de ser el ‘molt honorable’ y dice adiós al chófer y a su pensión vitalicia.

Mientras, el 28 de julio, Manos Limpias se querella contra Jordi Pujol por la supuesta herencia sin regularizar.

Dos días después, La vanguardia publica un sorprendente conversación entre el expresidente de la Generalitat y su hermana. Días antes de su confesión habría hablado con ella. María Pujol no sabe que su padre ha legado herencia alguna a su cuñada y sobrinos.

El 31 de julio, el Parlament de Cataluña anuncia la fecha en la que tendrá que comparecer Jordi Pujol. Tendrá que dar explicaciones el próximo 2 de septiembre.

Mientras el líder de la familia se veía envuelto en más y más polémicas, sus hijos, los Pujol-Ferrusola, saltaban al primer plano.

Por un lado, un informe de la Udef da a conocer las presuntas mordidas del 3% a Jordi hijo a cambio de concesiones públicas y otros regalos como casas y coches.

Por otro lado, Oriol, el más pequeño del clan, habría blanqueado hasta 3.000 millones de euros.

Desde que confesará su fortuna en el extranjero, Jordi Pujol ha estado refugiado en la casa de uno de sus hijos, en la Cerdaña francesa y el pirineo catalán, viviendo el que posiblemente haya sido el mes más largo de su vida.