El último concierto de Karol G en Madrid terminó de la peor manera. A la salida del mismo se produjo una agresión que, finalmente, se ha cobrado la vida de un hombre de Vigo de 42 años. Este fallecía en el Hospital 12 de Octubre a causa de un traumatismo craneoencefálico severo. Su agresor, un hombre mallorquín de 33 años, le habría propinado un manotazo debido a que creía que estaba grabando a un grupo de chicas. Una agresión que provocó que perdiera el equilibrio golpeándose la base del cráneo.

Como expone Beatriz de Vicente, el agresor se enfrenta a un "homicidio imprudente". "Das un golpe, hay una mala caída y se produce la muerte", argumenta, "lo normal es que la persona que da el golpe ni desea ni prevé que el resultado sea tan letal".

Este delito tiene una pena de uno a cuatro años. "No es previsible que de un puñetazo alguien tenga la mala fortuna de caer y darse un golpe letal", indica. "Tú cometes una imprudencia, que es golpear a alguien que no debes hacerlo, infringes un deber de cuidado y de esa infracción se deriva un mal pero no es lo que tú estabas pretendiendo", añade la abogada.