Los restos de los españoles que formaron parte de la División Azul han sido localizados 70 años después en suelo ruso y podrán volver a España para ser enterrados por sus familias. Una Asociación de Desaparecidos en Rusia lleva trabajando 20 años por devolver la memoria a los desaparecidos en la Segunda Guerra Mundial. “Hemos recuperado 2.900 cuerpos españoles. El 90% están identificados y se han repatriado 44”, explica Fernando Garrido, de la Asociación de Desaparecidos en Rusia.
Un arduo trabajo sobre el terreno: millones de hectáreas por rastrear, caminos intransitables y un equipo internacional de rusos, alemanes y españoles con un único fin, encontrar y exhumar a sus desparecidos en la guerra. Trabajan mano a mano, y ahora además con la ayuda de Luis Avial y su empresa de georadar.
Estudian a fondo los archivos históricos. Su trabajo no es más que devolver la dignidad a las personas, incluso después de fallecidas. Luis Avial, técnico del georadar, y miembro de la asociación, dedica su tiempo y los medios de la empresa Falcón para buscar. Comparten techo y comida con los habitantes de estas aldeas rusas, los alemanes, lejanos enemigos en su día, son ahora compañeros de tarea. Unos y otros buscan a sus seres queridos. En el trabajo de campo a veces ya no son necesarios ni los traductores.
Ahora para devolverles el favor de trabajo desinteresado durante años, han aprovechado el georadar para buscar una antigua estructura de un puente en fondo del río Bolchov, y también los restos de un santo en el monasterio de Jurevo. Una labor basada en única idea: "las pueblos cuando entran en guerra pierden su dignidad y sólo la recuperan cuando dan enterramiento digno al último soldado".