Este domingo, los ultras del Atlético de Madrid protagonizaron una bochornosa imagen al obligar al colegiado a parar el derbi ante el Real Madrid en el Estadio Metropolitano al lanzarle mecheros y diversos objetos al portero del equipo blanco, Thibaut Courtois.
Sin embargo, durante los días previos al partido el mayor temor era que en el estadio del club rojiblanco se repitiesen episodios racistas que se habían producido en ocasiones anteriores. El presidente del Atleti, Enrique Cerezo, fue preguntado por esa posibilidad durante la comida de directivas, y sus declaraciones generaron una gran polémica.
"En el Atlético de Madrid no considero que haya nadie antirracista, ni racista, ni de ningún tipo, es una afición ordenada", dijo Cerezo. Estas palabras causaron un gran revuelo, lo que le obligó a rectificar horas después a través de un comunicado oficial.
"Todos tenemos el compromiso de luchar contra el racismo", dijo el máximo mandatario rojiblanco, que aseguró que en el Estadio Metropolitano "no hay cabida para ninguna manifestación racista".