Lydia Sainz-Maza es la hermana de Sonia Sainz-Maza, una mujer de 48 años que falleció el pasado 13 de agosto a consecuencia de un cáncer de colon sin que nadie la hubiera atendido presencialmente.

Ahora, cuenta en Más Vale Tarde una de las realidades más duras derivadas de la pandemia. El 17 de abril fue la primera vez que Sonia llamó al médico para pedir una cita por tener un dolor en la pierna que no cesaba. "Se la dan telefónica porque estábamos en plena pandemia, a partir de entonces vinieron tres meses seguidos de citas telefónicas", ha explicado.

"A pesar de que ella insistía en que los dolores no remitían en esa pierna izquierda, sino que iban a más y que se quedó en 45 kilos con un deterioro físico más que evidente... a pesar de todo esto su médico no consideró darle una cita presencial, nunca la tocó no fuera a contagiarse de coronavirus, y mi hermana se estaba muriendo al otro lado de un teléfono. El cáncer y la metástasis estaban corriendo como la pólvora en esos tres meses", ha narrado la hermana de la víctima.

Pasaron tres meses hasta que consiguió que le hicieran un análisis de sangre, y porque "ella se lo pidió al médico": "No estaba en absoluto preocupado, si mi hermana no le pide ese análisis cuando estaba en un estado de debilidad muy importante, mi hermana hubiese fallecido en su casa sin saber que tenía un cáncer de colon", ha explicado.

Y es que, según ha narrado en la entrevista, "él no tenía pensado tener una cita presencial". De hecho, así lo ha comprobado en la historia médica de su hermana: "Nunca señaló uno de los síntomas que mi hermana le relataba. En ningún momento señaló que había perdido siete kilos de peso, que no aguantaba una pastilla más, que tenía un color de piel amarillento...".

Por eso, la familiar de la víctima ha apuntado a la necesidad de restaurar las consultas presenciales: "La atención telefónica lleva en Castilla y León desde marzo y es muy peligroso".

"Si no se la ha matado se la ha puesto al borde del precipicio. Tenía un cáncer en estadio cuatro, alguien la tenía que haber explorado, si alguien la hubiese mandado desnudar para explorarla se hubiese asustado como me asusté yo cuando la vi porque su estado físico estaba muy deteriorado", ha añadido.

Denuncia un "abandono inadmisible"

Lydia Sainz-Maza ha expresado que "el error garrafal" con su hermana también se extendió a la atención hospitalaria: "El 18 de junio mi hermana acude al Hospital Universitario de Burgos y ese traumatólogo no le atiende porque da por bueno un diagnóstico que ha hecho el médico de familia por teléfono. Un diagnóstico que tenía una lumbociatalgia".

"Cuando a mi hermana le llega la cita del rehabilitador a casa es para marzo del 2021. Ese mismo día mi hermana decide ir a Urgencias porque no se quiere ir a casa y no consigue nada. Una inyección y sin que nadie se alarme por su estado físico", ha continuado.

Por eso, dos días después acude al Hospital de Cruces, en Bilbao. Allí, "nada menos que le reprochan haber acudido porque dicen que estamos en plena pandemia y que se está arriesgando a contagiarse por COVID. Además, dicen que no se creen que haya perdido siete kilos, que es lo que ella creerá", ha añadido.

En este sentido, Lydia reclama la atención que recibió su hermana por parte de la sanidad pública. "Nadie le presta la mínima atención para ver que a esa chica le pasaba algo más que un dolor de pierna. Por un dolor de pierna nadie pierde siete kilos, y el primer informe en el que se reflejan los síntomas de mi hermana es cuando ingresa el 13 de julio. Fallece cuatro semanas después. Ha sido un abandono inadmisible", ha afirmado la hermana de la víctima, que ha reiterado que lo ocurrido con su familiar es "durísimo".

"Al dolor de haber perdido a mi hermana se suma el dolor de que ella se sintiera abandonada. Decía que la habían tratado como un animal. Esto es durísimo", ha espetado. Por eso, pide responsabilidades: "A mi hermana no nos la van a devolver. Espero que se anulen las consultas telefónicas. La telemedicina no puede seguir funcionando en este país", ha zanjado.

La Junta investigará lo ocurrido

Castilla y León abrirá una investigación reservada para esclarecer qué ocurrió en el caso de Sonia Sainz-Maza. La consejera de Sanidad, Verónica Casado, explicó este lunes que ha hablado con su hermana Lidia, a quien ha dado el pésame y transmitido que analizarán qué ha pasado.

Casado ha pedido "disculpas y perdón por si alguna cosa no se ha hecho bien" y ello ha podido empeorar el diagnóstico, aunque ha recordado que la consulta telefónica es una consulta médica, que, no obstante, "no sustituye a la presencia en los casos que sean necesarios".

En este sentido, ha anunciado que se abrirá una investigación reservada para analizar lo sucedido.