El PP ha manifestado que ve con buenos ojos la política que está llevando a cabo el Gobierno socialista respecto al Open Arms, que lleva 12 días en el mar con 150 migrantes rescatados a bordo. Así lo defendía Antonio González Teról: "Han rectificado su política de inmigración y asumen que España no cuenta solo con una frontera nacional sino que es la frontera de toda la Unión Europea".

Magdalena Valerio, ministra de Trabajo y Migraciones en funciones se distancia de estos halagos: "El PP, mientras gobernó, pasó bastante de la atención humanitaria de las personas que estaban viniendo a nuestro país fundamentalmente por la frontera sur de España".

Así, explica que el Gobierno de Mariano Rajoy "solo tenían habilitadas 2.500 plazas para la atención y ahora hay funcionando unas 5.100 plazas para acoger a quienes vienen en patera sin presupuesto. Por ello, defiende que "no es comparable la posición que tiene en relación al tema migratorio el PP con la que tiene el PSOE".

"Siempre hemos estado ahí, apostando por una inmigración legal, segura y ordenada, pero haciendo atención humanitaria", asegura.

Eso sí, apuesta por una solución colectiva y corresponsable": "No es solo responsabilidad de un país, en este caso de España". "No me parece, en absoluto, que estemos adoptamos las mismas políticas que Le Pen y Salvini, pero pedimos corresponsabilidad".

Preguntada por qué ha cambiado desde que hace un año el Gobierno decidiese aceptar el Aquarius y ahora no facilite el desembarco de los migrantes del Open Arms en España, Valerio explica que lo aceptaron "como aldabonazo para buscar una solución colectiva a este problema candente". "Ha pasado un año y pico y no hay una solución colectiva", critica.

Sobre la situación de ahora, asegura que "el puerto seguro más cercano al Open Arms no es español", una perspectiva que comparte el director del barco humanitario. "Necesitan atención urgente y tienen que ir al puerto más cercano ya", dice Valerio.

Aunque sí agradece los gestos de solidaridad que llegan desde diferentes comunidades autónomas y localidades españolas. La última, la del alcalde de Cádiz, Kichi, que ha ofrecido la ciudad para acoger al barco humanitario