Manuel Ovalle era ayudante de filmación en 1975. Su trabajo consistía en cargar y descargar los chasis de las cámaras, y eso fue precisamente lo que hizo durante el entierro de Franco.
Con tan solo 20 años, Ovalle presenció, junto a seis periodistas, uno de los acontecimientos más relevantes de la historia de España: "Mi jefe me dijo que teníamos que estar en la capilla ardiente, y tras ello, un redactor pidió que nos dejaran estar en el entierro".
Antes de que se produjera el sellado del féretro, Ovalle ha asegurado que es cierto que el Marqués de Villaverde cogió "varios puñados de tierra" y los echó dentro del féretro: "Pregunté a uno de los señores que allí estaban que qué era eso, y me dijo que 'tierra de España' que se estaba esparciendo por el féretro".
"El último que lo besó fue su yerno, y con una sola llave se cerró tres cerrojos. Posteriormente el féretro se sacó de allí y se llevó hasta la plaza de Oriente, donde se produjo una misa", ha explicado.
Entonces, ha asegurado que le "sudaban las manos": "Me encuentro orgulloso de haber participado en la memoria histórica de este país. Aquí estoy para contar ese momento y dar fé de las imágenes que se están viendo".
Además, como curiosidad, Ovalle ha apuntado que "el comienzo del color fue en el entierro de Franco", en referencia a las imágenes del féretro del dictador, que son las primeras registradas en la historia de España que no son en blanco y negro.
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