¿Qué queda hoy del movimiento 15M? Ramón Espinar analiza cómo las protestas cambiaron el panorama político social

Ramón Espinar, politólogo, exmiembro de Podemos y uno de los protagonistas del movimiento 15M, ha resumido en Más Vale Tarde cuáles son los pilares que se instalaron en aquellas movilizaciones -que se iniciaron en el año 2011 para protestar contra la gestión de recortes frente a la crisis- y que a día de hoy perduran. ¿Qué queda de aquel 15M?

El experto señala tres cosas que, a su parecer, se han instalado en la vida política y social del país. El primero son algunos elementos de irreversibilidad en la cultura política. Y pone como ejemplo que "la gestión económica de la pandemia no habría sido así, si no viniéramos de la reacción que hubo a la gestión de la crisis del 2008".

En este sentido señala que, "que los gobernantes sepan cuál es la reacción popular a gestionar una crisis como se gestiono en 2008, genera muchas vacunas y prevenciones en un momento como el que vivimos".

Otro de los aspectos que se mantienen es el de un cambio en la cultura política, y con ello se refiere al fin del bipartidismo, pero no solo. "También en Cataluña hay un cambio substancian en el subsistema de partidos, lo hay en todos lados salvo el PNV. El resto de partidos de lo que llamábamos el sistema político del 78 se han visto profundamente alterados y puestos en crisis", indica.

Por último, Espinar cree que las movilizaciones del 15M dejaron una generación política por socialización no por corte de edad, que "ya no asume que la política es solo delegación y votar cada cuatro años, sino que exige un alto grado de participación política para llamar democracia al sistema".

Con todo, el politólogo insiste en que Podemos no representa ese ciclo ni a la gente de la calle que salió a protestar, sino que Podemos es "hijo de ese movimiento, es una oferta que dice: 'Nosotros ofrecemos una alternativa política para llevar ese malestar en las instituciones'".

Cambio climático

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El divulgador expone que hay que informarse a través de fuentes reales ya que, como indica, "ese tipo de negacionismo climático en la redes también mata".