La deuda de un trastero en el madrileño barrio de Tetuán fue la que provocó la caída de Germán Felipe Valenzuela, conocido mundialmente como Jay Santos, y que permanecía huido de la justicia desde 2017.
Cantante de éxitos a nivel mundial, Jay Santos fue detenido por la Policía Nacional en Málaga el pasado martes después de que los agentes siguieran a la madre del cantante venido a menos desde Madrid, donde acudió para pagar la deuda del cantante y recoger los enseres del citado trastero, hasta Málaga, donde el reguetonero de 32 años permanecía escondido con su familia.
Germán Felipe Valenzuela permanecía fugado de la justicia desde 2017, cuando fue acusado de agresión sexual. El cantante de electrolatino había quedado con una chica a la que conoció a través de las redes sociales y, tras una sesión de cine, los dos fueron a casa del cantante. Allí, el chico agarró a la joven de los brazos, llevándola a la fuerza a un sofá donde la violó sin usar preservativo. En el juicio, Santos confirmó que hubo relaciones sexuales, pero aseguró que fueron consentidas.
Jay Santos fue condenado a seis años pero se fugó de su vivienda habitual y dejó de cantar, permaneciendo escondiendo hasta finales de 2020. En noviembre, la Udyco recibió la reclamación de ingreso por parte de la Audiencia Provincial y fue detenido justo días antes de fin de año.
La Udyco llevaba tiempo siguiendo a la familia del acusado, ya que sospechaban que eran quienes le habían dado cobertura durante su tiempo fugado. Al enterarse de la deuda, los agentes siguieron a la madre desde la empresa de trasteros hasta Málaga, donde le esperaba su hijo, que fue detenido.
Durante todo este tiempo ha sido su familia quien le ha dado cobertura, y sobre quien se centraron las investigaciones de la Udyco.
Los agentes lograron saber que el reguetonero había acumulado una deuda en una empresa de trasteros del barrio de tetuán en Madrid. Un dinero que acabó pagando su madre el pasado martes, quien recogió además varios enseres del local. La siguieron durante horas hasta Málaga, donde le esperaba su hijo, puesto en el acto a disposición judicial.