Yusuf Galán figura en su DNI como José Galán González. Madrileño de 52 años, interventor de Herri Batasuna en el 1989 . En 2001 dejó su trabajo en Seur para unirse a Al Qaeda. Es el único español detenido y condenado por su vinculación con el 11S.
Aunque cuando salió de prisión en 2011, su único cambio fue darse de baja de Al Qaeda para unirse al Dáesh. Yosuf Galán no tardaría en estar bajo el punto de mira de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional. A finales del 2015 empezó con sus tutoriales. Su adiestramiento yihadista en Indonesia lo enseñó desde la azotea y desde el salón de su casa. Durante un registro en el domicilio encontraron más de ocho catanas.
Portaba siempre una navaja táctica y bajo la cama guardaba un machete de caza. Eso sí, ni una bandera del Dáesh a la vista. Yosuf, como cibersoldado que es, la lleva de salvapantallas en el móvil.
Y él tenía dos teléfonos para estar conectado en todo momento. Tenía su propio blog y su cuenta de Twitter. En la yihad virtual, Yosuf era un líder para muchos. En la vida real era un tipo solitario, expulsado incluso de las mezquitas del país. Y ese es uno de los mayores peligros: funciona por su cuenta, con sus propios límites, autodidacta, converso y puede moverse tanto en la yihad virtual como en la violenta. Solo que él, dicen, es más e convencer a otros para que luchen por su causa.
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