Ya jubilada, Asunción Sordo es inspectora de Policía. Lo ha sido desde 1979 y durante 40 años ha vestido el uniforme. "Para mi la Policía lo es todo", afirma Sordo.
Entró en la primera promoción de mujeres Policía. Lo hicieron 42 en total, y todas llegaron a inspectoras. "Yo tuve siempre, desde el minuto uno, que demostrar que podía, que servía, que valía y que lo hacía mejor. Y estuve a punto de dejarlo", explica Sordo.
En plenos años 80, tuvo que enfrentarse a terroristas y a atentados casi a diario. "Mi primer atentado fue en Santurce, en 1981. Yo estaba de guardia en una comisaría que antes de llegar yo había sido ametrallada por ETA. Donde no podíamos salir a la calle. Donde a mí como mujer me ficharon desde el minuto uno", asegura.
Y como mujer, también sufrió situaciones machistas. "Recuerdo un día que para ir a detener a un etarra, yo estaba esperando a un compañero y de repente viene un señor y dice 'vamos hombre, ¿que yo voy a detener a un etarra con esta mujer? no te lo crees ni tú'", relata.
Ahora, ya jubilada, recuerda todas las plantillas por las que, en más de 30 años, ha pasado: la casa real, la brigada de información, extranjería o estupefacientes.
Pero con especial cariño, cuanta su última etapa en el Cuerpo: los años que pasó en violencia de género ayudando a mujeres maltratadas. "Una señora me preguntó que si yo era policía o psicóloga. Le dije que era policía y que estaba a su entera disposición", cuenta Sordo.
A la disposición de todos están ahora 9.000 mujeres en la Policía. Aunque queda mucho por hacer, porque son sola una pequeña parte de los 63.000 efectivos que, hoy en día, forman el cuerpo.