El Ángeles Alvariño ha pasado ocho días consecutivos de búsqueda ininterrumpida de la pequeña Anna y Tomás Gimeno. En más de una semana, los motores del Alvariño no han cesado hasta la noche de este martes, cuando el buque ha tenido que regresar al puerto por las malas condiciones climatológicas previstas. Según ha explicado Manuel Marlasca, jefe de Investigación de laSexta, el motivo de que no haya frenado hasta ahora reside en que el 'Liropus 2.000', el submarino con el que trabaja, ya está en pleno funcionamiento.
"En los primeros días parecía que ese submarino había agotado sus horas de trabajo, pero en las últimas horas parece que está a pleno rendimiento", ha explicado Marlasca, que ha asegurado que el Alvariño se está moviendo en las últimas horas en un rectángulo de unos 500 metros de largo y unos 350 de anchura.
"En el centro geométrico de ese rectángulo es donde se pierde la madrugada del 28 de abril la señal del teléfono de Tomás Gimeno", ha añadido el periodista, que ha asegurado que la clave está en los plomos del cinturón de submarinista con el que presuntamente se suicidó.
Sin fecha de vuelta a las aguas
Se trata de un barco con una autonomía de unos 20 días y, a pesar de que el Alvariño no quería tocar puerto por temor a que el submarino comenzase a fallar al sacarlo del mar, ha tenido que hacerlo por un empeoramiento del tiempo que dificultaría la búsqueda, tal y como ha podido confirmar Marlasca.
Tras este parón no hay una fecha indicada para la vuelta a las aguas, pero lo que sí parece claro es que el barco proseguirá la búsqueda hasta que la Guardia Civil encuentre una alternativa para dar relevo al buque.
Los motivos por los que el Piscis VI aún no podrá buscar a Anna y Gimeno
El submarino Piscis VI podría ser el relevo del Ángeles Alvariño en la búsqueda de la pequeña Anna y su padre, Tomás Gimeno, en las profundidades marinas de la costa de Tenerife. Sin embargo, algunos trámites burocráticos están retrasando la incorporación a la búsqueda.
El Piscis VI está formado por un equipo disciplinar en el que se incluyen ingenieros, pilotos y biólogos, entre otros profesionales. Se trata de una empresa norteamericana que se instaló en Tenerife el pasado mes de diciembre con el objetivo de hacer trabajos de investigación oceanográfica, turismo submarino y rodajes cinematográficos.
Eligió Tenerife, según ha explicado el jefe de Investigación de laSexta, Manuel Marlasca, porque "la poca placa continental de la isla permite que a muy poca distancia exista un fondo submarino muy profundo".
Sin embargo, existe un problema de homologación para incluirlo en la búsqueda de Anna y Gimeno, ya que cada prueba que hace el submarino tiene que ser documentada para comprobar que funciona, y todavía no ha acabado el periodo de homologación, aunque técnicamente es un aparato perfectamente dotado para sumergirse a profundidades de 2.000 metros.
Además, posee una ventaja respecto al 'Liropus 2.000', el submarino que trabaja para el Alvariño: unos ojos humanos lo supervisan, por lo que podrán ver lo que hay en el fondo marino gracias a su iluminación y elegir lo que suben o no.