El Vaticano, en números rojos
Gonzalo Bernardos analiza el estado crítico de las cuentas del Vaticano: "Ser honesto y tratar a todos por igual tiene costes"
Gonzalo Bernardos analiza la difícil situación del banco vaticano, actualmente con un déficit de 83 millones de euros y explica por qué se debe a la restrictiva política del papa Francisco contra la especulación y las órdenes más ricas.

Más Vale Tarde analiza con Gonzalo Bernardos el estado de las cuentas del Vaticano, que en este momento se encontrarían al borde del colapso. Sin embargo, el economista descarta la quiebra en el banco vaticano: "El patrimonio del Estado Vaticano, aunque solo sea 44 hectáreas es multimillonario".
Bernardos explica que el déficit que afronta la institución, de 83 millones de euros, se debe en gran medida al fondo de caridad del papa, o "lo que gasta en mantener las misiones, generar obras caritativas en todo el mundo y apoyar determinadas diócesis".
Por ello, señala que "los gastos son muy superiores a los ingresos", bastante inferiores porque el papa Francisco quiso limitar a las órdenes que daban dinero a cambio de privilegios o mayor poder. "Lo que nos enseña el papa Francisco es que ser honesto, tratar a todos por igual independientemente de la cantidad de dinero que uno tiene, tiene costes monetarios e inconvenientes importantes", afirma.
"En el mundo, el dinero significa poder y privilegio, y lo que seguramente Ratzinger aceptaba, Francisco I dijo que no", comenta Bernardos, que destaca que los datos económicos del Vaticano que se conocen se debe a que Bergoglio "hizo bastante transparencia".
Respecto a las inversiones, señala que durante el último papado se establecieron unos estándares que impedían invertir en armas o actividades especulativas, por lo que Bernardos señala que "te rinden menos". En este sentido, Iñaki López recuerda el caso del Banco Ambrosiano, dependiente del Vaticano, que invertía en armas, tenía contactos con la mafia e incluso dinero en paraísos fiscales.
"El papa Francisco era una de las pocas personas que lo que predicaba, lo cumplía", sentencia el economista.