Un cura ha sido denunciado por su compañera de piso por presuntos abusos sexuales en Madrid. El padre Óscar es un cura jubilado que puso un anuncio para alquilar dos habitaciones de su inmueble en un grupo de WhatsApp cristiano. Según ha denunciado la mujer, a los pocos días de llegar a la casa del cura comenzaron los tocamientos.
"Cuando llegaba me daba dos besos en la mejilla. Estaba cocinando y de repente me abrazaba. Yo pensaba que él estaba agradecido, pero al final me seguía dando más besos, me cogía desprevenida, me seguía abrazando y yo le decía 'por favor, no es necesario que me abraces, no es necesario que me des besos'", ha indicado. Así, ha asegurado que en una ocasión llegó a cogerla de la mano por la calle: "Se la solté, me asusté".
La víctima ha enviado una fotografía al diario 'El Español' del salón de la casa del cura, donde se producían los presuntos tocamientos, que lejos de cesar fueron a más. "Le dije, 'por favor, tienes alzacuellos, sacerdote, hazlo por el bien de la gente'. Y me dijo 'yo a ti no te he hecho nada. Tú, que piensas cosas que no son'". Entonces, ha añadido, se quedó callada, pero después comenzó a tocarle la cara: "Yo ya con eso no pude. Me dijo que quitara todas las vergüenzas, que Jesús nos amaba mucho y que lo viera a él como Jesús".
Al ver que no era correspondido, el padre Óscar decidió echarla, e incluso amenazó con llamar a la Policía si no se iba: "Empezó a acosarme, que me tenía que ir, que no soportaba que estuviera ahí. Me dijo 'casa las cosas porque voy a llamar a la Policía y te voy a poner las cosas en la calle", ha explicado.
EL padre Óscar narra, en cambio, una versión completamente diferente. El abogado del párroco, Eduardo M. Simó, ha asegurado que el religioso defiende que "nunca le ha dado besos ni abrazos, que tampoco ha habido un acto sexual, que solo la acogió por caridad y que había problemas de convivencia en cuanto a cuestiones de Dios".