Como 'maestro de ceremonias', Álvaro Morata se convertía en uno de los protagonistas de la celebración de la Roja en Cibeles por el triunfo en la Eurocopa con gestos como el momento en el que subió al escenario a María Camaño, una niña de 11 años con sarcoma de Ewing, a la que invitaron para que levantara la copa.

El todavía delantero del Atlético de Madrid también dejó una imagen durante la rúa del autobús de la Selección por las calles de Madrid al lanzar un vaso a un aficionado que mostraba una pancarta con la frase 'Morata yo tampoco la meto'. "Lo de la niña es lo que tiene que hacer la selección", aplaude Ramoncín, mientras Iñaki López ironiza con lo del vaso, a lo que, asegura "no le damos importancia porque a buen seguro no le ha dado", si bien apunta que es "fan de Morata".

Afra Blanco, por su parte, define la pancarta como "desafortunada", mientras que Iñaki López la considera parte de "una serie de bromas y gracejo popular con los jugadores". "Educación, respeto, es importantísimo", recalca Ramoncín.