En la fiestas de Granollers, una cuadrilla ha organizado un taller de guerrilla urbana donde, entre otras cosas, enseñan a los niños a tirar cócteles molotov a unos muñecos vestidos de policía. Mientras desde el Ayuntamiento, del PSC, aseguran que no sabían nada, el sindicato de los Mossos ha denunciado a la alcaldesa a la Fiscalía.
Pablo Montesinos opina que más que polémico, este taller es "absolutamente ofensivo" y "un ataque a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado": "No todo vale, aquí se hablaba de un delito de odio", señala. El abogado Juan Manuel Medina va un paso más allá y afirma en el vídeo sobre estas líneas que "es más grave, para mí es un delito de enaltecimiento del terrorismo".
Medina explica que existe una sentencia del Tribunal Supremo que equipara la guerrilla urbana (en ese caso, de la kale borroka) con actos de terrorismo. "Poner a unas criaturas a lanzar cócteles molotov contra la figura que representa un Mosso d'Esquadra o lanzar contenedores contra una valla es incitar contra la revuelta callejera", sentencia.