En la filial suiza de Desdner Bank, uno de los cinco más importantes de Alemania, Luis Bárccénas escondió su tesoro cifrado en 22 millones de euros. Sin embargo, al contrario que el resto de los españoles, Ángel Sanchís, extesorero popular imputado en la trama Gürtel si sabía de la existencia de este dinero. En febrero y marzo de 2009 fue a Ginebra en nombre de su amigo Luis Bárcenas, por lo que el juez Ruz ha decidido ampliar la investigación.

Sanchís argumenta que fue a Suiza a recibir un préstamo de tres millones que le dio el extesorero, pero el juez sospecha que en verdad, le ayudaba a blanquear dinero. Por ello, Ruz investiga a Ágata Stimoli, la gestora de Bárcenas en el Dresdner Bank, y los empleados bancarios que atendieron a Sanchís desde 2009.

Cuando se destapó que Sanchís había ido a Ginebra para ver la cuenta de Bárcenas, el amigo del extesorero defendió que sólo había ido a comprobar el estado de la cuenta,  pero que no tenía nada que ver con su empresa, La Moraleja, dedicada a la producción de limones en Argentina.

Sin embargo, en aquella ocasión, las anotaciones del Dresdner Bank ya permitieron captar contradicciones. Según el banco, Sanchís les comunicó que Bárcenas había decidido invertir en sus empresas latinoamericanas. Pero además, según los trabajadores de Dresdner Bank, Sanchís también les comunicó que Bárcenas iba a liquidar total o parcialmente su cartera en ese banco.

Esta serie de contradicciones han llevado a Ruz a pedir ayuda a Suiza porque, en esta misma casa, incluso, Angel Sanchís admitió que pagó 75.000 euros a Luis Bárcenas por labores comerciales para la famosa empresa de limones de su propiedad. Al parecer se efectuaron diez pagos por asesoramiento, con un montante global de 190.000 dólares, o, lo que es lo mismo, casi 142.000 euros.