La periodista Loreto Ochando ha hecho un llamamiento para que los entornos de las víctimas de violencia de género se atrevan a denunciar en caso de ver señales. Ya que como asegura Ochando: "Menos del 3% de las denuncias las realiza el entorno y luego cuando pasan estas cosas decimos: 'Ay es que pasaba, es que tal comportamiento'. Pues no, para evitar que sucedan este tipo de situaciones hay que conseguir que el entorno denuncie".

Ochando ha aclarado que el foco no se debe centrar en que el agresor haya sido un expolicía porque "si fuese cazador también tendría licencia de armas", y ha aseverado: "La violencia de género es transversal, afecta a policías, bomberos, periodistas y personas sin trabajo".

Por otra parte, ha indicado que por su experiencia profesional: "Nadie se levanta por la mañana y dice voy a matar a mi mujer y a mi exmujer, ahí tenía que haber un caldo de cultivo, como lo hay siempre en la violencia de género". Por eso, ha incidido en la importancia de prestar atención a "las señales y que comiencen a denunciar los entornos". Y ha reiterado: "Víctima es la que denuncia y la que no se atreve por eso es tan sumamente importante el entorno".

La periodista ha hecho especial énfasis en algunas de las señales que una víctima de violencia de género puede manifestar ya que "cuando alguien tiene miedo, eso al final se identifica": "Tu amiga deja de salir, deja de hablar, cambia su comportamiento, cambia su forma de vestir". Asimismo, la psicóloga Ana Isabel Gutiérrez ha añadido: "Hay un estudio que dice que las víctimas de violencia de género utilizan los servicios de salud el triple que las personas que no son víctimas de violencia de género".

Finalmente, Loreto ha sentenciado: "Cuando llegas a ese tipo de situaciones, que es lo más irreparable, porque ya la han matado. Y de repente ves que el entorno, al que obviamente no le dices nada, te dice 'Es que tenía miedo de hablar por si me dejaba de hablar'. No, es que ahora es cuando te ha dejado de hablar porque está en el cementerio". Por eso, y concluye: "Si vemos que hay señales llamemos".

Estas declaraciones se producen después de que un excomisario de policía haya matado con un arma de fuego a su expareja en su piso de Rubí (Barcelona) y a su actual pareja en su domicilio de Castellbisbal, donde finalmente se ha suicidado.