Marta Ferrusola siempre se ha visto de cara al público como "la mujer de Jordi Pujol". Sin embargo, esta mujer tiene una firme identidad propia. Tanto, que, según cuenta el diario El Confidencial, en el pueblo natal de la mujer, Jordi Pujol era considerado"el marido de la Marta".

Con casi 80 años, Marta ha tenido una vida pública muy intensa y productiva. Ha formado parte de decenas de fundaciones y empresas. Pero, por encima de todas ellas, estaba Hidroplant, el mejor ejemplo de su poder.

"si tenías que montar cualquier edificio, había que contar con los jardines con Marta Ferrusola. Era como un impuesto revolucionario", ha señalado María Victoria Álvarez, exnovia de Jordi Pujol Ferrusola.

Fundada en 1979, la empresa se dedicaba al cuidado de plantas y jardines. Para obtener contratos, el procedimiento de Ferrusola, según Libertad Digital, era el siguiente: llamaba a las empresas que habían intentado contactar con su marido, se disculpaba, hacía de intermediaria y al final del proceso "colaba" sus jardines, fuera cual fuera el espacio del que hablaran.

Fue incluso contratada por el Fútbol Club Barcelona para el mantenimiento del césped del Camp Nou, aunque no obtuvo mucho éxito tras el servicio prestado por Hidroplant.

En 1995, el césped del campo de fútbol quedó hecho un ‘patatal’, por lo que tuvieron que reemplazarlo. Para esta ocasión, sin embargo, contaron con los servicios de otra empresa.

Marta Ferrusola también se caracteriza por ser católica y nacionalista, hasta tal punto que ni siquiera soportaba en 2008 que el presidente de la Generalitat fuera José y no Josep.

“Me molesta mucho un andaluz que tiene el nombre en castellano”, declaró Ferrusola, en referencia a José Montilla, durante una entrevista realizada en 2008.

De la misma forma, tampoco aguanta, o aguantaba entonces, hacer cola en el hospital detrás de inmigrantes.

“Si hay dos mujeres inmigrantes les atenderán antes a ella que a usted, porque ellas gritan y tú no”, explicó Marte en la misma entrevista.

Así, tanto lo español como lo extranjero parece no agradar mucho a la mujer del expresidente de la Generalitat. Ella misma desató la polémica cuando dijo que el Barça podía promocionar Qatar con sus camisetas, pero en ningún caso España.

Cercana, discreta, simpática, pero con mano dura. Podría ser ella quien hubiera inculcado a sus hijos el afán por hacer negocios.

Valiente también, pues con 59 años se atrevió a saltar en paracaídas. Una hazaña, sin embargo, que podría quedar en nada comparada con el abismo judicial al que se puede llegar a enfrentar el clan Pujol.