En muchos alimentos hay mucha más sal de la que pensamos, de hecho, el nutricionista Luis Alberto Zamora explica en Más Vale Tarde que más del 80% de la sal que tomamos está oculta en los alimentos que comemos de forma habitual.
Así, para controlar el consumo de sal no se trata tanto de coger menos el salero, sino de lo que comemos y a veces no caemos en la cuenta porque, señala Zamora, "para que tenga sal, no hace falta que sea salado".
Según la OMS, el consumo de sal no debe superar los 5 gramos, y apunta que el Jamón de York tiene 2 g de sal por cada 100 g, el queso fresco 2,3, los cereales de desayuno 3 g y en el caso del ketchup sube hasta 5g por cada 100 g. Por ello, Zamora señala la importancia de fijarnos en la cantida de sal de los productos cuando miremos la etiqueta en el supermercado.
Zamora también alerta sobre la indulgencia con los productos que sabemos que sí tienen sal como las almendras, que tienen 15 g de sal por cada 100 g o anchoas, que tienen 25 g, mientras que las pastillas de caldo tienen 15,6 g de sal por 100 g, por lo que invita a hacernos nuestro caldo en casa y congelarlo en cubiteras.
Otras alternativas que propone para evitar el uso de la sal en la cocina es un hacer las preparaciones con un buen sofrito de ajo o cebolla, incluir especias como el orégano y comino e ir probando con los currys o garam masala y aliñar ensaladas con zumo de limón, pomelo, lima o aromatizar el aceite de oliva con orégano o romero.