Ya sean preferentistas gritándole cuando se topaban con una sede de Bankia o afectados por la hipoteca pidiéndole cuentas ante la sede de una de las empresas vinculadas a su patrimonio. Unos y otros unidos en gran parte por su culpa, Rodrigo Rato ha sido objetivo de varias protestas ciudadanas con querellas comandadas por la iniciativa '15MpaRato', que hasta recaudó fondos para llevarle ante los tribunales.

Para todos ellos verle cruzar el umbral de los juzgados ha sido la gran victoria ciudadana y saber que admitió sus responsabilidad por las decisiones al frente de Caja Madrid. Los protestantes con la careta de Rodrigo Rato y con campanas, le recuerdan la famosa imagen de la salida a banca de Bankia. "Nos han robado los ahorros de toda la vida", decía un afectado.

Por eso a Rodrigo Rato no le pasan ni una, ni siquiera su salto de banquero a voluntario en un comedor social. "Ya podía pagar lo que debe en vez de repartir comida", expone un ciudadano.

Lo que definió como un asunto personal, se convirtió en un tema de "unos cuantos más". Hasta un problema con unos cojines en Gijón, donde pidió ser indemnizado con 400 euros por la pérdida. Su último viaje a Suiza tampoco le salió gratis, unos compañeros de vuelo le recriminaban con silbidos al desembarcar.