Por los agujeros fiscales se fueron el año pasado 38.300 millones de euros en impuestos que escaparon del control fiscal. Esta cifra es algo más del total destinado a financiar subsidios por desempleo en 2013.

El IVA es uno de los impuestos que puede subir con la reforma, y que le afecta directamente a su bolsillo. Según los técnicos de Hacienda, en 2013, el fraude por no pagar IVA llegó a los 16.600 millones de euros.

Esa cifra defraudada es tres veces mayor al presupuesto total destinado a la dependencia. El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que los sabios proponen bajar, presentó un fraude fiscal de 15.500 millones de euros, una cifra mayor que la destinada a la educación pública.

La situación de fraude también se dio en el impuesto de Sociedades. El año pasado, las empresas defraudaron 3.300 millones de euros de este impuesto, uno de los más altos de la UE y que los sabios proponer recortar de manera drástica.

Este fraude fiscal agranda el gran agujero de este queso llamado economía sumergida. Al menos 250.000 millones de euros anualmente escapan del control del fisco, una cifra que ha aumentado durante crisis cerca de un 10%.

A pesar de que el comité de sabios tiene claro que la lucha contra el fraude es una de las patas de la reforma, los expertos y la oposición no lo ven tan claro. “No hay medidas concretas, no se ha cuantificado las pocas medidas que hay. No se ha cuantificado sus resultados y por supuesto que no se habla de las multinacionales”,  dice el portavoz de Hacienda del PSOE, Pedro Saura.

Pero mientras España no reduzca su porcentaje de economía sumergida, deja de recaudar entre 18.000 y 20.000 millones de euros anuales, una tercera parte de lo que el Gobierno espera recaudar con la nueva subida del IVA.