El ministro Soria no para de hacer amigos, su reforma de la luz no ha sentado bien a las grandes compañías eléctricas, a los ciudadanos y a miembros de su partido como la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.

La edil le ha escrito una carta al titular de Industria, Energía y Turismo, aunque no ha obtenido todavía respuesta. En ella explica cuáles son las consecuencias para una ciudad como Madrid de la reforma eléctrica que el Gobierno quiere llevar a cabo. En concreto, habla de "un gran perjuicio económico a todas las administraciones que, como Madrid, cuentan con tratamiento de residuos y todos con producción de energía eléctrica".

Esto significa que reciclar la basura en la electricidad que se consume está en peligro por dos motivos, la reforma eléctrica de Soria y el incremento de impuestos de Montoro. La alcaldesa propone dos soluciones, que no paguen impuestos las empresas públicas que generan energía y que haya condiciones especiales para las empresas externas.

Para Botella es un problema que a los 35 millones de euros que cuesta generar energía cada año, se sumen otros 7 millones en concepto de impuestos.

Botella advierte, "más allá del perjuicio económico, considero especialmente preocupante el perjuicio medioambiental" y subraya que "Madrid se ha convertido en el principal productor de energía limpia de toda la región obtenida a través de tratamiento y gestión de residuos".

Sólo en la ciudad de Madrid hay más de 3.200.000 personas que generan basura cada día y mucha de ella termina cada día convertida en energía eléctrica.