Para algunos la tragedia del Madrid Arena ha sido el peor trago de la carrera política de Ana Botella, no sólo por la responsabilidad que tuviera el Ayuntamiento, sino por las consecuencias que tuvo que a las pocas horas ella estuviera en un spa de lujo en Portugal. Pregutnada por una periodista si pensaba dimitir, Botella afirmaba rotunda: "No".
Tan sólo hacía 11 meses que se había puesto al frente del Ayuntamiento de la Capital, al que llegó como sustituta de Alberto Ruiz-Gallardón. Convirtió su primer debate sobre el estado de la ciudad en una declaración de intenciones en toda regla. El 8 de junio de 2012 afirmaba en el Palacio de Cibeles: "Nuestro credo político tiene unos puntos muy claros, son Grecia, Roma, el cristianismo y Europa".
En su 'puesta en escena como alcaldesa', quedó empeñada por confusiones al dirigirse a Izquierda Unida como esta: "Usted gobierna ahora mismo en coalición en Asturias, su partido, en Andalucía, es verdad".
La huelga de basura no le hizo a Botella perder la sonrisa por la ciudad a la que ya le había declarado su amor. En la defensa de la candidatura de Madrid, en Buenos Aires, como ciudad olímpica destacó por su inglés. El “relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor” se hizo tan famoso que en la rueda de prensa posterior, ya en España, lo repitió demostrando que sentido del humor no le falta.