Desde que se destapó la trama de las "tarjetas black" en España, los exconsejeros de Caja Madrid han proporcionado una serie de excusas de todo tipo ante el juez para justificar su gasto.
Cada cual dice una cosa, es un auténtico festival de excusas, que si no sabía, que si compensar, que si mis restaurantes, hasta 10.000 euros intentaba justificar Arturo Fernández con esa respuesta tan curiosa, afirmando que lo había gastado en su restaurante.
Como la de Moral Santín que ante la cara del juez justifica su casi medio millón y sus visitas al cajero por su gran dedicación a la caja.
Rodríguez Ponga, exsecretario de Hacienda con Aznar, aseguró que "como no tenía coche de empresa porque sólo era para directivos, me dijeron que todos los gastos de mi coche los pagara con la tarjeta como sustitutivo".
Se culpan unos a otros mientras no se ponen de acuerdo en la naturaleza de las "tarjetas black" de las que tiraba de ellas cada uno para lo que quisiera.
Incluso que si no se gastaba demasiado te daban un toque, como dijo Bedia. También ha habido alguno que ha dicho que la podían gastar para lo que quisieran menos para gastos eróticos.
Pero sin duda la excusa más graciosa es que todos los gastos no son reales y que son parte de un error informático, se lo ha dicho al juez el socialista Antonio Romero, su justificación que le han clonado la tarjeta porque esos gastos él no los ha realizado, no los reconoce.
Pero no es el único, Francisco Vaquero, el sindicalista, asegura que muchos de los extractos que se le atribuyen son falsos. También varios consejeros no se cortan en decir que varios de los cargos que se les atribuyen son incongruentes es decir, que no van con ellos.
Antes se gastaron 15 millones de euros y ahora lo único que gastan son un puñado de excusas y mentiras.