La acera de una de las calles de Ourense cuesta 263.000 euros. Incluída en el 'plan E', el pavimento de esta calle y sus farolas ha abierto una guerra entre el gobierno local y la oposición del Partido Popular. El motivo es la casa del alcalde.

Antes de ser alcalde, Agustín Fernández tuvo que adelantar más de 10.600 euros para poder acometer las obras de la calle, una de las pocas calles pavimentadas de la zona en la que vive.

Los populares ven irregularidades en estas obras de urbanización financiadas con fondos públicos y han llevado el caso a la Fiscalía.

El gobierno se defiende, acusa al Partido Popular de falsificar pruebas en su contra. Por su parte, el BNG ha seguido el acto desde el despacho, ya que no quieren ir al pleno "con ánimo de insultar".