En seguida, se ha publicado una imagen en las que se suponía que daba la comunión al dictador Jorge Videla. Pero no era Bergoglio sino monseñor Derisi.

Uno de los aspectos más destacados de su biografía es su vinculación, o no, con la dictadura en Argentina. Algunos se han apresurado a asegurar que colaboró con el régimen, pero no hay pruebas que así los atestigüen. Aunque es cierto que, en público, nunca la ha condenado y, según algunas voces, tampoco simpatizó con ella.

Otros, sin embargo, le echan en cara que no diera protección a dos sacerdotes jesuitas, Orlando Yorio y Francisco Jalics, que fueron secuestrados en mayo de 1976, al inicio del régimen de Videla y liberados tras cinco meses torturados en los interrogatorios de la ESMA. Ellos sostienen que Bergoglio les dijo que tenían que renunciar al trabajo social o abandonar la Compañía de Jesús que él dirigía. El papa dice que se entrevistó dos veces con el dictador para interceder por ellos.

Además, le acusan de no haberse pronunciado cuando asesinaron a Ignacio Ellacuría y a otros cinco jesuitas que fueron asesinados en El Salvador por los militares durante la guerra civil. En Argentina también le critican por el robo de bebés durante la dictadura de Videla y por no apoyar a las abuelas de la plaza de Mayo.

No obstante, también se han publicado verdades como su mala relación con los Kirchner por denunciar lo que el papa consideró un capitalismo salvaje en Argentina y por la crispación política que representaban la actual presidenta y su marido. Otro punto que los acabó separando del todo fue que se dejara de condenar el aborto y se permitiera el matrimonio entre homosexuales. A pesar de los enfrentamientos, Cristina Fernández ya le ha enviado un comunicado felicitándole y asegurando que el martes estará en Roma para la ceremonia.

Sobre su vida privada, en seguida se ha hecho público que es un hombre que practica la austeridad. Ayer lo demostró cuando salió al balcón con sotana blanca y crucifijo negro evitando la púrpura y el oro papal. También se sabe que ha preferido vivir en un pequeño apartamento y no en el palacio papal. Que viaja en transporte público y que es aficionado al fútbol. Se ha dicho que era del Boca o del River pero ha quedado demostrado que es 'cuervo', es decir, seguidor de San Lorenzo. Ha posado con la camiseta, con el banderín y hasta hemos visto su carnet de socio. Por cierto, como buen argentino le gusta el tango.