Javier Maldonado es el tercer jefe de los sanitarios madrileños en sólo un año. Está al frente de una consejería que va de la mano de los escándalos y las polémicas desde los primeros tiempos de Esperanza Aguirre al frente de Madrid.
El primer encargado sanitario fue Manuel Lamela, perseguido por su propia decisión. Apartó al jefe de Urgencias del Severo Ochoa tras un anónimo que indicaba que había muertos por sedaciones irregulares. Más tarde, el juzgado sobreseyó el caso. Lamela fue el impulsor de las extenalizaciones sanitarias
Le sucedió Juan José Güemes, y su etapa coincidió con la de menor movilización social. Su dimisión llegó por sorpresa. Se fue a una empresa del sector pero tuvo que dimitir tras descubrirse que adjudició servicios millonarios cuando era consejero.
Lasquetty fue el encargado de llevar a cabo el mayor plan de privatización madrileño. Encargó privatizar la gestión de seis hospitales y 27 centros de salud. Sus iniciativas dieron origen a la marea blanca. El consejero de Sanidad no hizo muchos amigos en el gremio de la medicina. Hasta que el juzgado paralizó su plan.
Javier Rodríguez ocupó el cargo con la estela de ser un profesional que sabría tratar a los médico, pero su problema ha sido una auxiliar de enfermería. La viceconsejera Belén Prado ha anunciado su dimisión tras conocerse que sería Maldonado el nuevo consejero de Sanidad.
LA SANIDAD DE MADRID, SIEMPRE RODEADA DE POLÉMICA