Mientra el foco de la economia mundial estaba puesto en Atenas, el gran desplome se está produciendo en China. La bolsa del país está en una caída libre descomunal. En tres semanas han perdido tres billones de euros, similar a tres veces el Producto Interior Bruto de España o cinco veces lo que debe Grecia al FMI.

La gran pregunta que se hacen los inversores es qué está pasando en China. "Lo que ha habido es simplemente una burbuja, un auténtico casino, gente que de repente empezó a pedir prestado en un sistema que no está regulado", apunta Alberto Lebrón, cofundador de 'China Capital'.

Como cuenta este economista afincado en Pekín, ha sido como un casino fruto de una burbuja gigantesca , no fruto de la desaceleracion economica. Los chinos no pueden sacar sus depósitos del país y la bolsa es el lugar para idóneo para especular. "No es un dinero que China deba a nadie, sino que es un dinero que en cualquier caso deberán aquellos que han pedido prestado a los bancos para especular en bolsa", afirma Lebrón.

La caída ha golpeado a 90 millones de pequeños inversores que se endeudaron para comprar acciones. Mientras la bolsa subió podían devolver el préstamo y ganar dinero, pero el ciclo se ha roto. Es como un corralito bursátil, el miedo ahora es al contagio en otras bolsas internacionales. Para frenar esta hemorragia china ha elbaorado un torniquete prohibiendo las ventas en bolsa a los grandes accionistas.

Dentro de lo malo es que hoy la jornada les ha permitido un alivio gracias a un repunte de los mercados.