La meteoróloga Isabel Zubiaurre ha explicado cuáles podrían ser los efectos de que una cornisa se nos desplome encima al caminar por las calles heladas tras el paso de la borrasca Filomena.
Tal y como ha explicado la meteoróloga, aproximadamente un litro de agua es un kilo de agua. Partiendo de esa base, si analizamos qué ocurriría si cayera de un tejado una superficie de hielo de un metro cuadrado y unos 10 centímetros de altura, es como si nos cayese encima 100 kilos de agua. Algo equivalente a 30 ladrillos.
La altura desde la que cae también influye en el impacto que tiene sobre nosotros. Cuanto más alto, mayor energía potencial tendrá el impacto, ya que el hielo cogerá mayor velocidad.
Por ejemplo, si ese metro cuadrado por diez centímetros de altura nos cayera desde una altura de un metro, aproximadamente la que tiene el tejadillo de un parking sobre nuestra cabeza, es como si nos cayera encima un orangután.
Si altura asciende hasta la del tejado de un chalet, unos cinco metros de altura, el peso del hielo caerá en nuestra cabeza como si fuera un toro de lidia. El peligro podría ser mortal.
Si ese mismo bloque de hielo desciende desde un cuarto o quito piso el peso sería el mismo que el de un oso polar, uno de los mayores animales que existen en la Tierra.