Daniel Galván, de 64 años, es español de origen iraquí. Nació en Basora, la segunda ciudad más grande de Irák, próxima al Golfo pérsico.

En 2005 se trasladó a vivir a kenitra, una pequeña localidad al norte de Rabat. Allí hizo buenas amistades con los vecinos y organizaba fiestas para los niños. Se aprovechaba sobre todo de familias en situación precaria.

"Dijo que quería casarse conmigo y que viviera con él. Y como mi casa era pequeña y eramos muchos", cuenta una joven que vivió con Daviel Galván un año y fue la primera en denunciar los abusos en 2009.

Galván siempre contó que era un profesor español jubilado. Lo cierto es que trabajó en la universidad de Murcia, pero nunca como profesor.

En 1996 obtuvo una beca de dos años. Y después, hasta 2002, estuvo contratado como personal administrativo en el departamento de Relaciones Internacionales.

"Me contó que era profesor de Ciencias Oceánicas pero nunca le creí porque no se puede hacer las dos cosas a la vez", cuenta su abogado, Mohamed Benjedo.

Su abogado se refiere a la otra profesión que tenía en Irak, según le contó en alguna ocasión: "Me contó que era oficial del ejército de Irak, que colaboró con los servicios extranjeros para derrocar a Sadam Husein".

Y esta versión es a la que apuntan varios medios de Marruecos. El pederasta podría haber colaborado con los servicios de inteligencia españoles, en la época de la guerra de Irak.

Cuando surgió el temor de la existencia de armas de destrucción masiva, muchos países, entre ellos España, contrataron agentes especiales de espionaje para descubrirlo.

Galván podría ser uno de ellos. Y para recompensarle por sus servicios al país, España le habría concedido la nacionalidad y una identidad nueva.

El diario marroquí 'Lakome' titulaba lo siguiente: "El pedófilo ha sido indultado a petición del servicio secreto español".

"Se trató de un acuerdo entre la DGED, servicio secreto marroquí, y su equivalente español, el Centro Nacional de Inteligencia. Los españoles insistieron en que se le metiera en la lista y lo consiguieron".

Según el diario, Galván se metió en la lista de indultados, la mayoría por tráfico de drogas, en el último momento. La agencia de inteligencia española ya ha desmentido cualquier tipo de relación en la puesta en libertad del pederasta.

Galván abusó de 12 menores, algunos tenían tres años, les grabó y fotografió en posturas obscenas y fue condenado por ello a 30 años de cárcel.