El Arzobispo Santiago García Aracil ha sido acusado por 50 de sus sacerdotes, que le acusan de hacer gastos escandalosos, innecesarios y excesivos por la reforma del palacio episcopal y del seminario diocesano, presupuestado en un millon y medio de euros.

El caso más criticado es el del palacio episcopal, ya que según una carta hecha pública por El mundo, los sacerdotes denuncian que está convirtiendo la tercera planta de este edificio en un Palacio.

El edificio está ubicado en el centro de Badajoz, destinado a oficinas y dependencias de la Curia Diocesana. Algunos sacerdotes habrían visto las obras que han de finalizar en breve, ya que allí vivirá el sucesor de Garcia Aracil al que se espera la próxima semana. 

El vicario General de Badajoz, justifica la obra diciendo que "es una remodelación para la vivienda del nuevo arzobispo". El arzobispado, por su parte, ha manifestado su disgusto defendiendo que las obras son necesarias para la diócesis.

Las cantidades de dinero que se hablan son de alrededor de un millón de euros, un hecho que ha desmentido el arquitecto de la obra, negando cualquier dispendio y asegurando que la factura ronda los 95.000 euros.

Izquierda Unida no cree que esa cifra sea real y aún así pide que se investigue porque sólo se les concedió licencia de obra menor.

Sea cuál sea la cifra, los gastos son excesivos según algunas comunidades, cuando además se habla de una de las provincias más pobres de España. Todavía no se les pone rostro a los sacerdotes que firmaron las misivas. Ahora todo está en manos del Nuncio del Vaticano en España.