El juez ha decretado prisión, comunicada y sin fianza, para el padre y la madre de Asunta Basterra, después de que declarasen por separado. Ambos han ofrecido versiones idénticas de los hechos y han negado ser los autores de la muerte de la niña.

Los padres de Asunta, Rosario Porto y Alfonso Basterra, se acogieron a no declarar durante la noche del jueves ante la Guardia Civil. Ante el juez José Antonio Vázquez Taín, la primera en declarar ha sido la madre. Rosario Porto ha llegado a los juzgados de Santiago acompañada por su abogada en un coche sin rotular y escoltada por la Guardia Civil.

Las cámaras han captado la imagen de Rosario ante el magistrado, a través de la ventana. Las cortinas estaban descubiertas y se ha visto como a veces se mostraba hundida, para inmediatamente recuperarse y mostrarse entera.

El juez le ha mostrado las imágenes de la cámara de seguridad, pero Rosario Porto ha insistido en su versión de que el sábado por la tarde salió a comprar unos bañadores, se acercó a la casa que tiene en la localidad de Teo y cuando volvió a su domicilio, la niña ya no estaba.

Durante las más de tres horas que ha prestado declaración, ha negado su implicación en la muerte de su hija. El juez no la ha creído y la ha mandado a prisión, comunicada y sin fianza, imputada por un delito de homicidio y posible asesinato, ya que aún estaba a la espera de los resultados de toxicología.

El padre de Asunta, Alfonso Basterra, entraba a declarar varias horas después, a las doce y cuarto, escoltado por furgones y por tres vehículos de la Guardia Civil. Del mismo modo que su mujer, ha dado una versión idéntica de los hechos y han negado ser los autores de la muerte de su hija.

Todo ello coincide con la publicación de nuevas informaciones relacionadas con la muerte de Asunta. Las pruebas toxicológicas han confirmado que el potente sedante hallado en la sangre y el estómago de la niña es el mismo que tomaba habitualmente Rosario Porto. La autopsia ha determinado que Asunta fue atada de pies y manos para evitar que se moviese, y después fue asfixiada.

Tanto la abogada de Rosario Porto, como el abogado de Alfonso Basterra, han renunciado a la defensa de sus clientes por "motivos técnicos", después de que el juez decretase prisión sin fianza.

El abogado de Alfonso Basterra, preguntado por una posible falta de confianza hacia su cliente, dijo que no podía responder. Tras su declaración, la pareja ha sido trasladada en el mismo furgón a la cárcel coruñesa de Teixeiro.