El tema a tratar es el proyecto de prospecciones petrolíferas que el ministro José Manuel Soria tiene intención de comenzar cerca de las costas de Ibiza. A un lado de la mesa Vicente Serra, presidente del Consell de Ibiza. Al otro Federico Ramos, secretario de Estado de Medio Ambiente. Serra pretende hallar en Ramos un aliado en el Gobierno en su lucha por paralizar los bombazos.

Las explosiones destruirían la fauna marina y, además, son similares en decibelios a la bomba de Hiroshima, según algunos ecologistas. La extracción de petróleo es un asunto que compete a dos ministerios, el de Cañete y el de Soria. Hasta el momento sólo el titular de Industria se ha pronunciado y parece que su oposición es muy clara. Las razones a las que se acoge son el abastecimiento energético y la creación de empleo.

Algo a la que se opone frontalmente Vicente Serra, también militante del Partido Popular: "No queremos puestos de trabajo a costa de contaminación y de destruir el turismo". El debate está abierto, y el presidente tiene clara su oposición al proyecto de Soria. Y tiene claro quién tiene que pararlo: "El PP es el que gobierna y debe retirar esa concesión".

Serra fue uno de los primeros en firmar las alegaciones en contra de las prospecciones, una alegación que también firmó el presidente de Baleares, José Ramón Bauzá. "Los ciudadanos de Baleares merecen que el Gobierno les escuche, nuestro futuro no quiere prospecciones petrolíferas", afirmó en su cuenta de Twitter Bauzá.

"Somos una piña y entre nosotros no hay ningún tipo de fisura", afirma Serra. Aunque según José Manuel Soria, el presidente balear no le dijo lo mismo: "Me ha llamado y me dijo que siempre se había opuesto a las prospecciones y que siempre lo hará, pero que sabía que el Gobierno no podía frenarlas".